Continuar aprendiendo se vuelve esencial para progresar. La formación continua está disponible tanto para personas desempleadas como para personas ocupadas.
Existen muchas situaciones en las que somos plenamente conscientes del valor de una buena formación. Optar a un puesto de trabajo superior, dedicarte a lo que te apasiona o encontrar empleo más rápido son algunas de ellas. Eso sí, todas están vinculadas de una u otra manera a estar formado/a en unas competencias específicas.
La formación continua nos ayuda a enfocar nuestro futuro profesional hacia donde queremos. Muchas personas desempleadas han encontrado un empleo cualificado al que no habrían podido acceder sin la formación adecuada. Sin ir más lejos, hoy es necesario formarse para trabajar como profesional de atención sociosanitaria, cuando antes no se exigían cursos ni certificados.
Además de mejorar las condiciones de trabajo y poder optar por puestos mejor valorados, contar con más formación implica pasar menos tiempo en el paro. De hecho, tan válido es sumar competencias en el sector en el que trabajábamos como prepararse para otras labores completamente distintas. Por ejemplo, hay muchas personas desempleadas de distintas titulaciones se capacitan para ser formadores/as profesionales para el empleo.
Sin embargo, el tiempo que invertimos en formación da sus frutos mucho más allá del trabajo. El reciclaje profesional a través de la formación —ya sea cuando nos quedamos sin trabajo o mientras estamos contratados/as— nos anima a explorar nuevos sectores, habilidades y empleos. Así, nos convertimos en personas más polivalentes y preparadas para afrontar cambios y resolver situaciones en nuestra vida diaria. Asimismo, hace aumentar nuestra confianza y autoestima.
Por todo ello, la formación nos parece una apuesta ideal para crecer en lo personal y en lo profesional. Desde nuestro centro de formación en Canarias, te animamos a que sigas formándote y aprendiendo con nuestros cursos gratuitos para personas desempleadas.
